Dirección del proceso de entrenamiento en jóvenes atletas

Mira la dirección se se debe aplicar en el proceso de entrenamiento de los jóvenes atletas. Cargas de entrenamiento y las competencias en las diferentes ramas del atletismo. El establecimiento de las tareas concretas de la enseñanza, la educación y del aumento de las posibilidades funcionales para mejorar el rendimiento de los jóvenes atletas que apuntas al alto rendimiento.

2. La dirección del proceso de entrenamiento

Toda la preparación de los atletas debe desarrollarse como un sistema dirigido. La dirección, en lo fundamental, incluye todo el trabajo del entrenador, quien organiza y planifica el proceso de entrenamiento, dirige toda la actividad del deportista orientada hacia la solución de diferentes tareas de enseñanza, educación y aumento de las posibilidades funcionales, logro del rendimiento deportivo.

La dirección, como un proceso multilateral, debe contener los siguientes aspectos:

- La determinación de las especificidades individuales del atleta y sus posibilidades.
- La fijación del objetivo y del tiempo de su logro.
- El establecimiento de las tareas concretas de la enseñanza, la educación y del aumento de las posibilidades funcionales.
- La selección de los medios y métodos de la preparación.
- Control y estadística de las cargas del entrenamiento y de las competencias.

En general, la dirección del proceso de entrenamiento consta de la elaboración del programa y su ejecución. El programa de entrenamiento se elabora con base en el estudio de las especificidades individuales del atleta y sus condiciones de vida. Por consiguiente, un profundo análisis de estos aspectos tiene que se e primer paso para fijar una dirección

El proceso de entrenamiento del atleta es bastante dinámico en todos sus sentidos (volumen, intensidad, complejidad, combinación del trabajo y el descanso, presión psicológica, etc.). Principalmente, todos estos cambios suceden por causa del aumento paulatino de las exigencias hacia el organismo del atleta en el transcurso de los meses y años. Prácticamente toda la dinámica de las cargas de entrenamiento consta de diferentes altibajos, reflejados en forma de curvas, escalones, formas lineales, etc. Prever todo esto en plena medida es imposible, por eso se hace necesaria una constante comparación de la actividad motriz real del deportista con la reacción de los órganos y sistemas del organismo hacia ésta.

Con base en esto se realiza la regulación de la carga de entrenamiento, que determina la correspondencia entre las exigencias hacia el deportista y sus posibilidades. Por lo tanto hay que registrar la ejecución factible y la efectividad del entrenamiento, simultáneamente controlando el estado del atleta, la capacidad de asimilar las cagas de entrenamiento y las competencias y la recuperación después de éstas. Estos parámetros ayudan a analizar todo el proceso de entrenamiento, su efectividad en general y parcialmente, el grado de la concordancia en las posibilidades del atleta, permitiendo notar las desviaciones y de una vez introducir correcciones necesarias al programa de entrenamiento y el descanso.

Un constante balanceo del programa de entrenamiento con el estado y las posibilidades del atleta se constituye en la tarea principal de la dirección. Las correcciones de la influencia de la carga se pueden realizar con los cambios del tiempo de ejecución del ejercicio, la cantidad de repeticiones, el grado de esfuerzo y de complejidad, la tensión psicológica. Es importante también determinar los intervalos óptimos entre algunas sesiones de entrenamiento.

El entrenamiento cotidiano (hasta dos y tres veces al día) es la base de la preparación del deportista de alto rendimiento; por lo tanto un gran significado tiene la recuperación completa del organismo del atleta hacia el siguiente día de entrenamiento con carga mayor a la anterior. La sobreestimación de las posibilidades del organismo del atleta conlleva al sobreentrenamiento durante días y semanas, al empeoramiento del estado y de la capacidad de trabajo del deportista, todo esto provocando un alto grado de estrés.

A veces se realizan varias sesiones de entrenamiento consecutivas con la recuperación insuficiente con el objetivo del aumento de las exigencias hacia el organismo del atleta. No obstante, en las sesiones siguientes hay que disminuir la carga y lograr una recuperación completa antes del nuevo microciclo con la carga aumentada.

Par equilibrar la carga diaria de entrenamiento con las posibilidades del deportista, es necesario constantemente valorar su grado de recuperación. Para esto existen diferentes métodos bioquímicos y médicos, aunque se pueden utilizar también otros métodos más simples y accesibles. Es posible medir el grado de recuperación, por ejemplo, según los parámetros de ejecución del ejercicio determinado (salto alto por V.M. Abalakov, salto triple sin impulso, lanzamiento de bala hacia atrás, etc.). La condición obligatoria consiste en que este control elemental sea cotidiano.

Para la medición de la recuperación del atleta pueden servir los índices del estado de sus posibilidades, la dinámica de sus cambios en un largo período de tiempo.

La determinación de las especificidades del atleta

En el proceso de entrenamiento juega un papel muy importante el control médico y pedagógico.

- Control médico: todos los deportistas, tanto novatos como de alto rendimiento, deben pasar por un examen médico. El último tiene dos tareas: determinar su aptitud hacia el entrenamiento y medir su estado de salud. Con este objetivo se utilizan diferentes métodos, que coadyuvan a determinar el desarrollo físico del atleta, el estado del sistema cardiovascular, del sistema nervioso, de los órganos digestivos, del sistema excretor y sistema sanguíneo.

Utilizando múltiples métodos (pruebas funcionales, cardiografía, radiografía, análisis de sangre y orina, etc.), el médico puede dar información objetiva sobre el estado de salud de los deportistas y el nivel de sus posibilidades funcionales. Es aconsejable realizar observaciones y exámenes médicos cada seis meses o cada 12 meses.

Es muy necesario determinar la edad biológica del atleta, la cual a menudo no corresponde a la cronológica. Todos estos datos ayudan al entrenador a valorar las posibilidades funcionales de los órganos y sistema del organismo del atleta, ayuda a notar las partes débiles y fuertes de sus desarrollo.

- Control pedagógico: El Entrenador debe tener un diario donde apunte todos los datos de cada uno de sus alumnos: nombres, apellidos, fecha de nacimiento, dirección, fecha de iniciación de la práctica deportiva (sea del atletismo u otra rama deportiva), resultados en las competencias, etc.

Los datos del examen médico también se deben apuntar en este diario. Después se consignan algunos aspectos de la vida cotidiana del alumno: la composición familiar, ingresos económicos, condiciones materiales; se anotan las condiciones de estudio y/o trabajo, de descanso, con qué tiempo libre dispone. Es necesario tener en el diario algunas características de las cualidades morales y volitivas (disciplina, actitud hacia el trabajo, insistencia, valentía, colectivismo, etc.).

Se hace muy importante la valoración correcta y multilateral del nivel de preparación física del atleta. Como índices principales para esto generalmente sirven los resultados de las competencias; sin embargo, hay que complementarlos con las pruebas de control y los tests motores. Estas mediciones siempre es necesario realizarlas a la misma hora del día.

De toda la variedad de los tests para la evaluación de la fuerza, la rapidez, la resistencia, la flexibilidad, se eligen los que puedan caracterizar más completamente los componentes de la actividad motriz del atleta en su modalidad deportiva, la clasificación de la técnica se ejecuta con la ayuda de medios visuales; se miden los parámetros cinemáticos de un movimiento determinado del atleta y del ejercicio completo.

La definición del objetivo y del tiempo de su logro

Es muy importante establecer para cada atleta los objetivos reales a alcanzar a largo y corto plazo. Estos se determinan dependiendo de las posibilidades funcionales del deportista, dependiendo de sus cualidades volitivas y otras capacidades psíquicas. Se debe tener en cuenta, además, la curva de crecimiento de los resultados.

El establecimiento de las tareas concretas de la enseñanza, la educación y del aumento de las posibilidades funcionales

El camino hacia le objetivo propuesto transcurre por la solución de muchas tareas, as cuales hay que determinarlas cuidadosamente y tratar de concretizarlas al máximo. Las tareas completas y concretas para cada atleta en cada microciclo, etapa, período de preparación permiten seleccionar los óptimos medios y métodos, cargas de entrenamiento, logrando una mayor efectividad del proceso de preparación.

Es necesario que las tareas para cada atleta se tracen de acuerdo a sus capacidades individuales y, si es posible, se reflejen en cifras concretas.

La selección de los medios y métodos de la preparación

Los medios de la preparación se eligen de acuerdo a las tareas establecidas, la variedad de las cuales es bastante grande (físicos, técnicos, volitivos, ideomotores y otros; descanso activo, masaje, y otras técnicas de recuperación, etc.).

Dependiendo de las tareas y medios elegidos y teniendo en cuenta el nivel de la preparación, se determinan los métodos de la ejecución de los ejercicios.

El tamaño concreto de la carga se establece acorde con la experiencia deportiva, los datos científicos y teniendo en cuenta la carga realizada por el atleta el año anterior (con la tendencia de un constante aumento del volumen e intensidad).

Control y estadística de las cargas de entrenamiento y las competencia

El programa de preparación se ejecuta por el atleta bajo la dirección del entrenador (o independientemente), con la participación del personal médico y asesores técnicos.

Con el objetivo de un control eficaz del entrenamiento deportivo se utilizan los siguientes tipos de control:

1. Control pedagógico.
2. Autocontrol cotidiano del deportista y su diario.
3. Control médico y científico.
4. Análisis de la dinámica de los índices del nivel de preparación del atleta y de la carga de entrenamiento.

1. Control pedagógico: Las observaciones del proceso de entrenamiento y los apuntes de los datos de control se realizan tanto por el entrenador como por el atleta en sus diarios respectivos. La ejecución factible del plan de entrenamiento se reseña en el plana anual.

El control en el transcurso de la preparación de los atletas debe contemplar los siguientes aspectos:

- La anotación de la ejecución factible del plan individual según el volumen, la intensidad y otros parámetros.

- La determinación diaria del estado del atleta, su capacidad de trabajo, recuperación, ánimo, deseo de entrenar, etc.

- La medición del nivel de preparación: el conjunto de los ejercicios de control para ver la dinámica de las cualidades más importantes del atleta se realiza no menos de una vez al mes mientras que el conjunto de ejercicios más amplios para medir el nivel de la preparación física y general se ejecuta unas cuatro veces al año. Las fechas de control se asignan de acuerdo a la periodización del entrenamiento y el calendario competitivo.

- La observación del nivel de la técnica deportiva y proceso de su perfeccionamiento.

- La consignación de los resultados, demostrados por el atleta en los chequeos y las competencias de cualquier nivel.

2. El diario del atleta y su autocontrol cotidiano: desde los primeros días de su entrenamiento, el deportista tiene que llevar su diario, en el cual deben apuntarse: el inicio y la duración de cada sesión de su entrenamiento, el sitio y las condiciones, el contenido de trabajo, los resultados, etc. Además, tiene que apuntar su impresión sobre el entrenamiento, resaltar algunas partes del aspecto técnico, físico, etc., reflejar los posibles errores cometidos para su corrección en el futuro.

El autocontrol cotidiano del atleta incluye como mínimo los siguientes parámetros:

- Frecuencia cardíaca (por la mañana, antes de levantarse, durante un minuto).

- Estado de salud y de ánimo (medido subjetivamente con una calificación de 1 a 5 cada uno (1 = muy mal, 2 = mal, 3 = satisfactorio, 4 = bueno, 5 = muy bueno).

- Dinamometría (tomada por la máxima flexión de los dedos de la mano, siempre con el mismo movimiento y en la misma posición, con la misma mano, al despertar).

- Peso corporal (por la mañana y antes y después del entrenamiento).

- Estado de capacidad de trabajo (medida subjetivamente y también con base en los parámetros objetivos, después del entrenamiento, con la calificación de 1 a 5).

Todos estos datos se debe apuntar diariamente por el atleta y pueden reflejarse gráficamente.

El análisis de los índices del último entrenamiento y de los datos de autocontrol por la mañana, al día siguiente, permiten juzgar sobre la adecuación de la carga, valorarla también según las posibilidades de recuperación del atleta. Con base en todos estos datos el entrenador puede realizar las respectivas correcciones en la planificación del proceso de entrenamiento.

Junto con el análisis corriente es necesario de vez en cuando hacer un análisis detallado de la etapa realizada de entrenamiento. El entrenador junto con el atleta deben resumir la etapa terminada, encontrar las causas de las desviaciones del plan de entrenamiento. Después de esto el entrenador debe reunirse con el personal técnico y médico para discutir con ellos los datos del control individual. Juntos tienen que determinar el estado del atleta y sus posibilidades, la efectividad de la preparación, etc.